jueves, 25 de octubre de 2012

Cerrando capitulos


La vida, es bella, pero nosotros la complicamos todos los días, no nos damos cuenta que debemos cerrar capítulos y ver hacia adelante.

Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acabó? Puedes pasar mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, tus amigos, tus hijos, tus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, hecho está. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡No, los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de "quien eres". No, suelta. Con el resentimiento, al encender "tu televisor" personal para darte y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida va hacia adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo!

Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Convéncete, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tú ya no encajas allí: en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tu serás el mismo ni el entorno al que regreses será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo desprende lo que ya no esta en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, porque cuando llegaste a este mundo lo hiciste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, te repito, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero, cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta

jueves, 4 de octubre de 2012

¡Que vivan los educadores!


Para los que piensan que ser EDUCADOR no es una profesión digna, como ser ingeniero, doctor, abogado, etc: Me preguntaron en la calle: Qué profesión estudió? Y yo le conteste Educación.

Esa persona, mirándome con extraña expresión en su rostro, se rió y dijo en voz baja: Que Profesión tan fácil, se la pasan jugando con niños. 

Yo con mi cara bien en alto le dije con firmeza: Siii.. Soy educador... No trabajo en empresas pero sí en un espacio donde promuevo conocimientos en niños y jóvenes... NO discrimino, porque doy Amor a todos por igual... NO soy jefe pero tu hijo me ve como un líder y soy su modelo a seguir.NO soy psicólogo, pero puedo hacer que tu hijo crea en si mismo.. NO soy doctor, pero puedo diagnosticar carencias en estos jóvenes... NO tengo horario de trabajo, pues mientras tú ves televisión y duermes, algunos estamos planificando para que tu hijo tenga el mejor aprendizaje. NO soy arquitecto para construir edificios, pero si construyo sueños y valores. NO juego con los niños, participo en la construcción de su aprendizaje. NO juego con plastilina, moldeo sueños.

Qué vivan los Educadores... Porque para ser profesionales pasaron por las manos de uno de mis colegas!! Lucha por nuestra Profesión y demuestra con dignidad que somos excelentes profesionales y que para llegar a ser ingeniero, abogado, médico, entre otras profesiones, necesitó de un EDUCADOR.

FELIZ DÍA A TODOS LOS EDUCADORES Y FUTUROS EDUCADORES